Simplemente "Río Paraná" - Tramo III: Punta Moran / San Isidro
- Adriana Buchele
- 5 feb 2021
- 2 Min. de lectura

de sapos jugando cerca de la carpa. Los pajonales están muy cerca de las estacas y rodea esta parte de la isla, protegiéndola. Se ven lucecitas verdes de los bichitos de luz que juegan en la noche. Un grillito se metió entre la tela del techo y el cubre de la carpa y cada vez que salta retumba y mueve la tela que voy, de a poco, acostumbrándome a la compañía. Sonidos diferentes que hacen sombras irreales en nuestra mente nocturna. Pájaros que cantan a la luna. Golpes simétricos de las olas acariciando la costa. Susurros del viento hablándole a las copas de los árboles. Escucho atentamente, cae una hoja al piso, despacio. Y me duermo.

Luz. Hay que salir a recorrer. Lorenzo, el guardián del lugar viene a un tranco despacio, preguntando amablemente como pasamos la noche. Que decir….. si estamos en el paraíso. En sus pies unas botas cortas y más arriba polainas protectoras sobre los pantalones de trabajo. Pausado y sonriente cuenta orgulloso de su trabajo. Ingeniero forestal, bien sabe mantener a raya el monte. Trabajo sobra. Caminando recorremos los senderos. Plantas y mas plantas prolijamente cuidadas. Un grupo de cañas sobre el riacho contrastan con los frutales en pleno crecimiento. Algunas eses de carpincho sobre el sendero muestra lo rico que es el lugar. Lorenzo sigue hablando pausado. Nos enseña su riqueza en conocimientos, y entre palabras que van y viene, la historia mía y de el se cruzan, por casualidad allá antes del 2000 entre empresas forestales y campos en el delta. Cosas de la vida……chico el mundo…..

Debemos partir. El rio bajara hasta el mediodía. Cruzamos el canal Mitre y sus escolleras me recuerdan a mi lugar de origen, Puerto La Plata, tan hostil como él. Las piedras asoman amenazantes mientras un buque pasa y nosotros continuamos la navegación.
Al poco rato las aguas bajan, y baja tanto que me llega hasta el tobillo. El bote no puede continuar con mi peso arriba y es hora de caminar, llevándolo. Para mi todos estos lugares sin profundidad me llaman la atención. Es increíble como el Delta avanza año a año.
Paramos a almorzar y el agua comienza a subir. Por suerte las velas las vamos a poder usar y el rumbo será bien adentro par después enfilar el destino final. El calor agobia por este día de Enero pero llegar y poder abrazarnos con todo el equipo después de 3 días de compartir estos lugares es inigualable.
La próxima, otras serán las aguas que nos acompañen.
Hasta la próxima aventura!!!!!
Agradecimiento:
Al Sr. Lorenzo de Punta Moran.
Al Club Tribunales por la estadía.
A Leyla y su esposo por el asado en la isla.
Gracias!!!!
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